Un poco de mi…

Hace 3 años me rompieron el corazón y seguí en ese lugar que me hacía daño por más tiempo del que debía. No vengo aquí a hablar de amor y desamor aunque posiblemente encuentren en varios de mis cuentos cortos mucho romanticismo y sentimentalismo (soy de aquellas enamoradas del amor y no puedo evitarlo).

Vengo aquí a compartir mis ideas, cuentos y reflexiones; porque la escritura se convirtió en una de mis mejores amigas. Desde hace 5 años empecé a tomar clases de creación literaria y siempre tengo presente lo que mi primer profesor me hizo sentir, no recuerdo exactamente sus palabras pero en esencia era algo así: 

“Todos contamos historias, lo hacemos cuando contamos cómo nos fue en el día, cuando contamos un recuerdo, cuando queremos explicar una situación o incluso al contar un chisme. Pero algunos atesoran hacerlo y cuando cuentan cosas procuran seleccionar las palabras más hermosas, ir destapando la historia de a poco, engancharte y hacerte disfrutar tanto como ellos disfrutan de contar”.

Cuando me sentía rota y no sabía bien cómo empezar a unir de nuevo mis piezas recibí un consejo buenísimo: empezar a tener citas contigo misma. ¿Quieres ir a comer a un restaurante nuevo? invítate a comer ¿quieres ir a esa nueva exposición de la que todos hablan? compra la entrada ¿quieres sentarte a ver la vida pasar sin hacer nada? sólo tienes que encontrar una banca cómoda. Cuando estamos a solas nos quitamos todas las máscaras que a veces cargamos, no hay con quién aparentar y solo se puede platicar con uno mismo y es entonces cuando la sinceridad más genuina surge.

Podemos reírnos de haber pedido lo más caro del menú y descubrir que sabe terriblemente mal, reírnos de cómo miramos por 20 minutos aquella obra de arte y no entendimos un carajo, cantar solos en el coche cuando suena nuestra canción favorita sin dañar oídos ajenos y podemos llenarnos de nostalgia cuando vemos pasar a aquella pareja de viejitos tomándose amorosamente de la mano.

Cuando aprendemos a reírnos de nosotros mismos y a estar tristes si lo necesitamos, nos acostumbramos a disfrutarnos tal como somos y empezamos a ser así en cada oportunidad que tenemos. Ya tenemos trabajos, juntas o negociaciones para ponernos mil máscaras que muestran una versión limitada de cómo somos; no hay que hacerlo también en nuestro tiempo libre.

Hace poco escuche el TED Talk de Brene Brown acerca del poder de la vulnerabilidad y me encantó la manera en la que describe a las personas genuinas que tienen el poder de conectar con los demás. Las describe como aquellas que tienen el coraje de ser imperfectas y esa conexión viene como resultado de su capacidad para renunciar a quienes creen que deben ser para ser quienes realmente son.

Sin máscaras…

Soy alguien a quien el arte le provoca una enorme curiosidad, me conmueve y siempre estoy investigando y tratando de entenderlo aunque no creo que sea nada fácil de entender.

Soy alguien que ama las novelas literarias; la idea de una persona con mil historias en su vida inventando a otras personas que a su vez tienen mil historias en sus vidas, hace mi mente volar. Creo que es el ejemplo perfecto de lo impresionante que es la mente humana para tener esta capacidad de inventar y crear con el único propósito de comunicar ideas, aprendizaje o simplemente emociones. 

Soy alguien que atesora reflexionar de la vida y que considera que el mejor plan al que la puedes invitar es a platicar sobre qué hemos aprendido, que nos ha dolido, que nos hace reír o suspirar; siempre en compañía de una botella de vino y una buena comida. Si me cuentas aquello que te apasiona, adoraré ver el brillo en tus ojos.

Tener el corazón roto fue lo mejor que me pudo pasar, porque mientras buscaba sentirme digna de ser amada y aceptada, aprendí a ser vulnerable.

Me asustaba sentirme vulnerable al enseñarle a la gente como veo el mundo, pero ahora lo disfruto. Estoy segura que muchos lo ven de la misma manera y muchos más de una manera diferente, incluso opuesta y podrán encontrar refrescante o molesta mi opinión. No hay correcto o incorrecto, sólo son opiniones.

 Así que pensé en estas 4 secciones que son las que más caracterizan a la Bere que arme cuando tome las piezas rotas y decidí reconstruirla a mi manera. 

  1. Una hablará de arte y de aquellas piezas que logré entender. Quizá compartiendo lo que entendí puedan conmover a alguien más así como a mí me conmueven.
  2. Otra de reviews de películas y series; pero no de la producción, de los actores o de la fotografía. Simplemente contaré la historia de lo que aquellas historias me hicieron reflexionar o sentir.
  3. La tercera, de mis cuentos cortos, porque tanto cariño a la literatura desde hace años se convirtió en pequeñas historias que yo misma escribo.
  4. Finalmente de reflexiones, porque es lo que más disfruto. Dentro de las historias que contamos podemos encontrar reflexiones que cuando escuchamos con atención, enseñan mucho.

La definición original de coraje proviene del latín “cor” que significa corazón y originalmente significaba contar la historia de quién eres con todo tu corazón, mientras escribo y les comparto cosas, practico el tener el coraje de ser imperfecta.